- El anuncio en cuestión apareció por primera vez
en una campaña publicitaria ubicada en la capital francesa realizada en el
mes de Noviembre del pasado año 2012. Los lectores se encontraron con ésta
imagen mientras leían una de las revistas de videojuegos en un evento. La
empresa que llevó a cabo la campaña es Sony Computer Entertainment,
la conocida desarrolladora de videojuegos y consolas.
- Éste anuncio pretendía presentarnos lo último en
la industria de los videojuegos, la PSVITA, una consola portátil muy
versátil con la que podremos divertirnos en cualquier parte. La polémica
estalló cuando se utilizó ésta imagen, que comparaba tocar las dos
pantallas táctiles de la PSVITA con tocar los pechos de
la mujer expuesta en el anuncio para expresar así lo "bueno" que
es su producto. Lo cierto es que al ver la imagen publicitaria no
podemos ver las características o las propiedades del producto (PSVITA),
en ningún momento estamos viendo a la videoconsola ni nos están mostrando
su nueva pantalla, ni nada relacionado con ella, tan sólo una pequeña
imagen abajo a la derecha, casi inapreciable, mientras que la mujer
es la única que llame la atención. Sólo se muestra su torso, como si
pareciese que la cara y el resto de su cuerpo no tuviesen importancia.
- Se utiliza la persuasión como arma al poner una
imagen atractiva para el sexo masculino, poniendo de manifiesto el
erotismo que representa. Intenta crear en el destinatario la ilusión de
conseguir algo como lo que se muestra, a esa chica en cuestión. El anuncio
parece que está intentando decirte que si compras una de sus PSVITA, serás
exitoso y podrás ligar con una mujer como la reflejada en la imagen. Esto
puede llegar a crear un estado de "fantasía" en el
comprador.
Como opinión personal, decir que este tipo
de anuncios deberían desaparecer de nuestras pantallas, revistas o cualquier
otro medio. Lo único que hacen es, de un modo u otro, extender la concepción
machista por la sociedad, creo que todos los anuncios deberían de pasar por un
filtro antes de sacarlos a la luz, ya que no es la primera vez ( ni será la
última ) que nos encontramos con anuncios discriminatorios o ofensivos a un
colectivo social o al propio género femenino, como es el caso.
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